¿Quién no desea la felicidad en su vida? Bajo esta premisa,
el ser humano dedica gran parte de su tiempo a “intentar” ser feliz, pero muy
pocos lo logran. Quizás porque algunos lo son sin saberlo bien y siguen
buscando, y otros porque en el camino se despistaron por el camino del consumo
de bienes y posesiones como principal sustento de su “aparente” felicidad. Pero
¿cómo definirla para comprenderla? Algunos de nuestros principales sabios nos
dicen que precisamente la mejor manera de definirla es su no definición sino su
sentimiento, quien está dentro sabe lo que es. Pero ¿cómo encontrarla? ¿existe alguna clave? En
este sentido si recurrimos a D. José (Ortega y Gasset), mi personal guía en
muchos aspectos filosóficos, nos dice “el hombre es una entidad extrañísima que
para ser lo que es, necesita averiguarlo”, y distingue entre ocupaciones
trabajosas y felicitarias. Estas últimas que son las que nos interesan vienen
guiadas por una “vocación general y común a todos los hombres. Todo hombre, en
efecto, se siente llamado a ser feliz, pero en cada individuo esa difusa
apelación se concreta en un perfil mas o menos singular con que la felicidad se
le presenta”. Por ello acaba concluyendo que la felicidad es “la vida dedicada
a ocupaciones para las cuales cada hombre tiene singular vocación”.
Roberto Luna-Arocas. Bloguero, twittero (@RoberiLuna) y curioso de las personas y del talento humano. http://www.robertoluna.es. Facebook: robertolunaarocas
Presidente de AEDIPE y AEDIPE Comunidad Valenciana. Presidente de AECOP-EMCC España (coaching ejecutivo). Director del Master de Gestión del talento (www.mastergesta.es). Director de las jornadas TMT, Talento & Management Tendencias. Catedrático de Organización de Empresas en el Dpto. Dirección de Empresas (Facultad Economía, Universidad de Valencia), Coach Senior Certificado CS44. Conferenciante y Escritor. Y padre de dos hijas preciosas.