Conocía ese banco con profundidad, estuve de hecho un año y
medio trabajando en el Dpto de RRHH antes de entrar en la Universidad de
Valencia como profesor hace ya más de veinte años. Tenía un sistema de gestión
por competencias muy claramente definido y eso me llamó la atención, pues por
aquel entonces no había tantas empresas españolas con estos sistemas de gestión
del talento. Conforme más comprendía el mundo de las entidades financieras más
me daba cuenta que muchas de ellas habían hecho un simple “copiar y pegar” de
los inventarios de competencias clásicos. De hecho, en mis visitas a sus
sucursales por toda la Comunidad Valenciana quería encontrar esas competencias
específicas en los diferentes puestos. Y para mi sorpresa, como iniciado en los
Recursos Humanos por aquel entonces, no veía ninguna de esas competencias en
los empleados base.
Han pasado ya años y parece que no haya cambiado mucho la situación. El modelo de gestión por competencias no acaba de introducirse en el panorama español de un modo claro y homogéneo. A la empresa pequeña y mediana le cuesta pues entiende que es “algo de las multinacionales”. A la multinacional le pesa muchas veces no conocer sobre quién se aplica concretamente estos planes competenciales. Parece que unos por otros no se incorpore al mundo empresarial una de las metodologías más potentes que existen no solo para la implantación de planes de gestión del talento sino para una correcta aplicación de las áreas y funciones de los recursos humanos.
Han pasado ya años y parece que no haya cambiado mucho la situación. El modelo de gestión por competencias no acaba de introducirse en el panorama español de un modo claro y homogéneo. A la empresa pequeña y mediana le cuesta pues entiende que es “algo de las multinacionales”. A la multinacional le pesa muchas veces no conocer sobre quién se aplica concretamente estos planes competenciales. Parece que unos por otros no se incorpore al mundo empresarial una de las metodologías más potentes que existen no solo para la implantación de planes de gestión del talento sino para una correcta aplicación de las áreas y funciones de los recursos humanos.
¿Se puede aplicar de modo claro a la pequeña empresa? Si, y
su impacto es realmente amplio, no solo por la técnica en sí sino por la
comprensión que adquiere el empresario de la gestión de los recursos humanos.
Si algo tiene de ventaja la pequeña empresa es precisamente su nivel de
conocimiento de cada uno de los empleados. Comprender que los sistemas
competenciales sirven no solo para perfilar los puestos por comportamientos
excelentes, orienta mucho al empresario a la hora de reducir variables en la
toma de decisiones que afecta tanto a la selección como a la formación,
evaluación del rendimiento e incluso la retribución. De hecho, la comprensión
genera empresarios más “potentes” desde el punto de vista humano y vincula mas
los recursos humanos con la estrategia de la empresa.
Al final, los sistemas competenciales si se hacen
correctamente, deben ser propios e idiosincráticos de cada empresa (nada de
copiar-pegar). Los comportamientos excelentes deben ser reales, es decir, haber
existido alguna vez o haberse dado en la empresa. Aparte, el lenguaje sencillo
y compartido por todos. Y lo más importante, el sistema competencial es una
guía de lo que valora más la organización de los profesionales con los que
trabaja. Por eso, el sistema de gestión por competencias es un escaparate claro
de la organización, tanto en el sentido positivo como negativo. De hecho, puede
ser un arma de doble filo claramente.
Pero, aún sabiendo todas las ventajas que tienen los
sistemas competenciales, no se observa una realidad empresarial proclive a su
utilización. Algo que seguramente tiene que ver con nuestra cultura
empresarial. ¿Qué opináis?
Está claro que las competencias son conocimientos,
habilidades y actitudes que se orientan hacia el éxito profesional y
organizativo alineándose con la organización y sus objetivos. Las competencias
conllevan más participación y responsabilidad en la toma de decisiones del
empleado y por ello generan un enriquecimiento y empoderamiento claro del
puesto. ¿Es precisamente esta visión más participativa y de mayor
responsabilidad el principal problema? ¿Entra en conflicto esto con la visión
de control y orientación a la tarea concreta de muchas empresas actuales?¿O es
la necesidad de coherencia en el tiempo y la equidad lo que impide su
implantación? Desde luego, sea lo que
sea, merece que lo debatamos y reflexionemos. Al menos, los que trabajamos en
Dirección y de Desarrollo de Personas (RRHH), pues no podemos dejar pasar una
oportunidad de ayudar a la empresa a ser más competitiva con los tiempos que
corren. Y sobre todo a vincular al resto de profesionales y directivos en las
tareas de RRHH. Algo más que necesario para darle realmente un valor añadido a
la función.
3 comentarios:
Hola Roberto
También soy un firme defensor de la gestión por competencias por los potenciales beneficios que citas. Ahora bien, todos los casos de empresas que conozco que dicen que las usan al final no lo hacen. ¿Motivos? Para mí el principal radica en confundir las competencias con otras variables predictivas del rendimiento (conocimientos, aptitudes, rasgos de personalidad,...). Las competencias surigieron por el descontento que había en su momento (años 50) con el modelo psicológico tradicional en la predicción del rendimiento laboral. Así, surgieron las competencias como comportamientos representativos del alto rendimiento laboral. Ventajas: al ser comportamientos son percibibles y más fácilmente gestionables que una característica psicológica como, por ej., la iniciativa. Sin embargo, los inventarios de competencias de las empresas (y de alguna consultora muy conocida) y las definiciones de esta variable en mucha de la literatura sobre DRH tienden a alejarse de la visión comportamental del rendimiento. Resultado: características ambiguas o abstractas que no son manejables a través de las prácticas de RRHH y, por ello, no pasan del papel.
Saludos
Santiago
Gracias Santiago, estoy completamente de acuerdo, afortunadamente hay ejemplos del buen uso también que nos sirven para apoyar esta herramienta tan potente. Gracias por participar
Roberto
Actualmente, en muchos casos la seleccion de talentos está enfocada a descubrir el potencial y las mejores habilidades de cada persona para desarrollar esa actividad que mejor hace para mejorar su rendimiento.
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