Pasa el tiempo y sigue llamándome la atención cómo gran
parte de los RRHH se siguen desagregando en sus partes funcionales, yo lo llamo
la teoría o modelos de los cajoncitos. En efecto, necesito un plan de
formación, aquí está. Necesito una selección, aquí va. Necesito una evaluación
de clima, ¡servida! ¿No os llama la atención esta especial independencia de las
áreas y funciones como si los mal llamados recursos humanos pudieran partirse y
seccionarse con el bisturí?
Pongamos un ejemplo, si selecciono a una persona, su perfil
se supone encaja en nuestro modelo de competencias genéricas y valores de la
organización (aspecto éste que supongo tiene la empresa). Aparte encaja en unas
bandas salariales y en un espacio de
funciones y responsabilidades acorde con otros profesionales. Esto sin contar
con que seguramente la selección debería utilizar los mismos criterios de
evaluación que posteriormente se hace (modelos competenciales) para garantizar
la evaluación y seguimiento, la potencialidad y el rendimiento. Ni que decir
que esta selección obedece a un cuadro de mando integral donde se establecen
indicadores de resultado, y donde la empresa espera un retorno. Claro que la
persona que se integra se selecciona ajena a un contexto organizativo que
después será clave para su estímulo y desarrollo profesional y que interactuará
con unos mandos y directivos que tendrán estilos directivos particulares si no
hay una cultura fuerte. Por lo tanto el azar también juega su papel, depende
con quién te toque tendrás una percepción diferente de empresa.
Bueno, este párrafo anterior se podría haber prolongado
"hasta el infinito y más allá..." pero no era mi pretensión aburrir,
sólo sensibilizar sobre la red relacional, conceptual y sistémica de la
realidad organizativa tan cargada de subjetividades y de una construcción
cultural de la realidad.
Si después de todo esto sigue prefiriendo el modelo de los
cajoncitos, indudablemente es su elección. Pero recuerde, aislar al ser humano
en su contexto organizativo es sacarlo de su naturalidad, y por lo tanto la
mera observación modifica al observado. ¡Uy! ya estamos en la física cuántica.
Por eso mis preferencias son modelos de gestión del talento
integrales mediante herramientas competenciales basadas en incidentes críticos
para la evaluación y seguimiento y con sistemas de implementación apoyados en
herramientas del desarrollo organizativo (desarrollo mix) como son todos los
ING: outdoor training, e-learning, mentoring y coaching, entre otros.
Ah y no lo dude, esto es aplicable desde el comercio de
barrio, a la tienda de muebles, al ayuntamiento, a la universidad, a la empresa
de agroalimentaria, a la fábrica de plásticos,... no importa el tamaño ni el
sector, importa la profesionalidad de la intervención con altas dosis de
objetividad, transparencia, entrenamiento y humildad en su aplicación.
¿Cajoncitos? No, gracias....
1 comentario:
Estoy muy de acuerdo, creo que es un error intentar aislar las diferentes areas de los rrhh, concebir todas ellas como un todo es la manera de obtener los resultados que esperamos.Es importante "vender" esos rrhh como un todo, aunque también es cierto que nos queda mucho mkt que hacer en las empresas para que cambie esa percepción.
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