Presidente de AEDIPE y AEDIPE Comunidad Valenciana. Presidente de AECOP-EMCC España (coaching ejecutivo). Director del Master de Gestión del talento (www.mastergesta.es). Director de las jornadas TMT, Talento & Management Tendencias. Catedrático de Organización de Empresas en el Dpto. Dirección de Empresas (Facultad Economía, Universidad de Valencia), Coach Senior Certificado CS44. Conferenciante y Escritor. Y padre de dos hijas preciosas.

miércoles, 23 de enero de 2013

Cuando un equipo comparte emociones ... Más con menos


Estaba inerte en frente de 7 de su equipo, con la mirada fija en ellos y en mí. Sonreía y me decía al mismo tiempo "esto lo hacemos todos los años. Nos reunimos y sencillamente hablamos de emociones, porque lo importante es eso, las emociones". No pude dejar de sonreír, a pesar que eran ya casi las tres de la madrugada y el equipo en tono distendido hablaba aún del trabajo y de la vida. Quien hablaba era el Director de Recursos Humanos de todo un equipo de responsables de RRHH, en total eran 19, aunque esa noche ya sólo quedaban 7.
Y era verdad, no he visto a un equipo hablar más de emociones que al que tenía delante de mí. Todo fue por un amigo y Director de RRHH que me pidió lo visitara en la escapada que hace anual con su equipo. Todos los miembros de ese equipo en la reunión del año pasado habían leído mi libro "El líder no nace... se hace. Viaje hacia el talento"  e incluso mi amigo me había pedido, por entonces, que se los dedicara uno a uno. De hecho, me habló de cada uno de los miembros de su equipo como quien habla de alguien a quien conoce bien. Y yo, fiel a mi amigo y su precisión, dediqué cada libro con un tono diferente en función de lo que percibía.
Y en efecto, así como en otras ocasiones no había podido ir, esta vez le dije que me encajaban las fechas y que me apetecía. Inicialmente no se lo creyó, pero no hubo mejor testimonio cuando esa tarde llegué a un pueblo perdido de la Albacete profunda y ahí estaba mi amigo esperándome. Señales en el camino que habían diseñado los organizadores del evento (del mismo equipo de RRHH), una bolsa con instrucciones y detalles simbólicos y unas sonrisas enormes y abrazos directos fue todo lo que encontré, cuando por sorpresa, aparecí por la tarde en esa vieja mansión albaceteña. Ya entonces me di cuenta de lo emocional que era el equipo, tanto ellas como ellos, algo que también me llamó la atención. "Esta gente se ha trabajado y esta iniciada en el mundo emocional" pensé para mis adentros. Su discurso, su no verbal, todo indicaba que estaba permitido hablar de emociones. Y eso sólo indica claramente que su directivo también lo hace. Esa ley no falla. ¿Cómo en días festivos podía el equipo irse de sus familias a "seguir trabajando"? ¿Era un buen ejemplo precisamente de los RRHH? Claro que les dolía, pero nadie se quería perder ese encuentro anual que ya celebraban desde hacía años. A todos les costaba, pero sabían de la experiencia vivencial que habría en el encuentro con sus pares, donde compartirían todo tipo de emociones y afectos, y sólo por eso, valdría la pena. Y todo eso se veía en sus ojos. Se veía la dureza del momento que pasaba su empresa, pero también la esperanza, la ilusión por seguir compartiendo. El sentirse unido en estos momentos más que nunca como necesidad de afrontar juntos.
Nos sentamos en unos sofás los 20 y comenzamos a charlar, "bonita tertulia pensé para mis adentros", y así como si no fuera la cosa hablamos unas dos horas de muchas cosas. ¿Cómo se viven en RRHH con todo lo que está sufriendo la función? Me acuerdo especialmente de esta pregunta donde aspirando y reflexionando, pensando en todo mi entorno de RRHH donde se ven las mismas caras de dureza del momento, hablé y hablé de una cosa fundamentalmente.
- "Es un buen momento para formarnos todos, para ganar empleabilidad, para aprender aquello que no podíamos, pues la acción hacia las estrategias de desarrollo han caído "algo", pero no por ello debemos abandonar el seguir mejorando como profesionales. Es el mejor momento para hacer más con menos, y seguir estando desde la más absoluta profesionalidad y desarrollo. No tendremos tanta inversión en gestión del talento pero podemos seguir aprendiendo nuevas herramientas. Podemos aprender de redes 2.0 y de los nuevos sistemas y herramientas de comunicación. No podemos dejar de aprender y con ello mejorar todo lo que hagamos o toquemos. Podemos seguir aprendiendo en cómo gestionar las emociones de modo más profesional aún, porque son tiempos de emociones y con ello ganaremos profesionalmente. Y también nuestra organización. En efecto, más con menos... más con menos. 

*Esta entrada de blog está dedicada a todo ese equipo de RRHHs por su abnegación, humildad, lealtad y sobre todo pasión por lo que hace. ¡Sois dignos de mi más absoluta admiración! Gracias.

3 comentarios:

Unknown dijo...

Hay varios datos que se deben destacar:
- Un equipo mantenido y conjuntado a lo largo de mucho tiempo.
- Ilusión compartida
- Libertad para expresar

Seguro que este equipo funciona y bien. Eso sí, que nadie se engañe, no es fácil, ni es un camino de rosas. Pero alguien por arriba ha entendido que este es un buen camino y ha dejado que se aplique en su empresa. Ójala nuestros directivos comprendan y sepan que este es el mejor camino para que su gente, sus empleados, sientan la empresa como propia. Sólo así saldrán adelante.
Gracias Roberto por la emoción de tu escrito.

Rober dijo...

Gracias javier, en efecto, ojala se comprendan mejor las emociones en el mundo organizativo como para aplicar modelos más comprehensivos de la naturaleza humana.
Un saludo
rober

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