Presidente de AEDIPE y AEDIPE Comunidad Valenciana. Presidente de AECOP-EMCC España (coaching ejecutivo). Director del Master de Gestión del talento (www.mastergesta.es). Director de las jornadas TMT, Talento & Management Tendencias. Catedrático de Organización de Empresas en el Dpto. Dirección de Empresas (Facultad Economía, Universidad de Valencia), Coach Senior Certificado CS44. Conferenciante y Escritor. Y padre de dos hijas preciosas.

domingo, 22 de julio de 2012

VOCACION VERSUS TRABAJO: OPONENTES O ALIADOS


Rafael estuvo de comercial durante más de 20 años de su vida en diferente sectores: educación, inmobiliaria, etc. Unos años antes de la caída de la burbuja inmobiliaria dejó un puesto de dirección importante sencillamente porque quería conciliar. Con 45 años y una mochila cargada de experiencia pero también de incertidumbre se lanzó sin paracaídas a las listas del inem.
Tendría algún tiempo para reorientar su futuro laboral pero la familia era fundamental en ese momento. Pasaron dos años y su dedicación a la casa le hacía cocinar, limpiar y también tener tiempo libre para estar con su hija y pareja. Con el tiempo descubrió que le gustaba la cocina y que podía dedicar algo más de tiempo. Comenzó con algún curso, hasta que poco a poco se convirtió en su verdadera pasión. Lleva más de cuatro años formándose con una gran dedicación diaria, y no duda en breve abrirá su propio negocio tal y como él dice: “no quiero ganar dinero, quiero hacer bien las cosas, dar buena comida al estilo que quiero, y poder vivir. Afortunadamente no tenemos deudas ni ningún hipotecario, y eso nos permite afrontar el futuro con más tranquilidad. Quiero encontrar el local perfecto para el modelo de negocio que quiero, el resto es ponerle tiempo y energía. No tengo dudas que el negocio saldrá adelante, pues conozco perfectamente precios de todo, sencillamente mi contabilidad es básica pero muy directa con la necesidad de menús que necesito para sacar el negocio adelante. Y espero contar con que la gente se lo comente a otros pues si algo sé en estos momentos que hago bien es precisamente cocinar.”
Rafael es uno de los cientos de casos donde determinadas personas han encontrado una pasión y la han “explotado” para que sea su día a día. En mis conversaciones con muchos colegas, algunos comentan que si haces de tu pasión tu negocio acaba “manchando” esa misma vocación, por eso no quieren mezclarlo. No tengo dudas que me parece muy respetable este comentario, pero no dejo de pensar que si alguien es excelente en algo es precisamente en donde pone su pasión. Y me cuesta comprender que trabajes sin pasión para después poder ser creativo en otras tareas ajenas al trabajo. Quizás no hemos sabido comprender el concepto del trabajo en nuestras vidas y seguimos pensando que es esa herramienta de tortura que da origen a su raíz etimológica, esa obligación que nos permite disfrutar de otras cosas en la vida. Pero con el tiempo y los años uno descubre la trampa que significa trabajar para después disfrutar, porque en muchos de los casos el tipo de trabajo que tenemos nos quita todo el tiempo y nos impide no sólo conciliar con la familia sino incluso con los amigos o con nuestro ocio. No es el mejor momento para elegir donde trabajar, dada la coyuntura actual, pero sí que me gustaría destacar que es precisamente donde ponemos esas pasiones donde mejores vamos a ser. Y si tenemos que competir para un puesto de trabajo, nada mejor que hacerlo estando en la primera línea de la parrilla de salida que en las últimas posiciones. Eso es lo que nos da precisamente canalizar y comprender con mayor profundidad aquello que nos atrae, aquello que más nos gusta. Y aunque no es una receta que funcione inmediatamente, estoy seguro es un principio a tener muy en cuenta para el resto de nuestros días.
Algunos me preguntan ¿cómo descubrir esas pasiones? Es bastante sencillo, visualice aquellos momentos en su vida que ha hecho cosas que le han hecho feliz, que le han hecho disfrutar, que pasaría el día entero haciéndolo si le pagarán o se dedicara a ello. Se nota porque muchas veces no están en la zona de trabajo sino en la zona de ocio. Y quizás por eso no las vinculamos. Creo es un buen momento al menos para reflexionar, sólo le pido eso. Con el tiempo esas reflexiones pueden canalizar comportamientos o decisiones que den lugar a que tome forma algo concreto y objetivo, algo real. Y quizás ese es el momento, pero no lo dude, fue mucho más atrás donde usted dio el gran paso.


4 comentarios:

Alicia Bastida dijo...

Me ha encantado Rober... si vives de lo que te gusta, no trabajas... porque lo disfrutas cada día!

Besos

David Borràs dijo...

En línea con este post me viene a la mente una frase que le escuché a un amigo recientemente
"Encuentra un trabajo que te guste, y no volverás a trabajar un sólo día de tu vida".
Un abrazo Rober.

Rober dijo...

Genial tu comentario Ali, es verdad que tenemos que vincular el disfrute más a lo que hacemos y TAMBIÉN al trabajo o a nuestros proyectos... gracias

Rober dijo...

Es verdad David, la pregunta que muchos se hacen es cómo encontrarlo, y aunque puedas decir eso de "está dentro de ti mismo", "viaja y lo encontrarás", "conócete y contactarás", etc... no siempre se encuentra cuando uno lo busca. Pero hay que persistir...
gracias
rober