Si, ya sé que debería haber puesto
atrévete pero no es ese el mensaje que quería mandar. Quizás debería haber
puesto “me atrevo”. Sí, me refiero al salto, al paso adelante, al momento de
indecisión. En realidad muchas de nuestras decisiones han sido tomadas en
milisegundos y sin embargo han afectado en gran medida nuestras vidas.
Pero nadie nunca nos enseñó a tomar decisiones, sobre todo estas, las que importan. Y es que es fácil recomendar atreverse, sobre todo desde la posición del otro. Pero seguro que el que recomienda también pasó algún momento que le incitaron a atreverse y no escuchó. Y es que todos tenemos nuestros tiempos, nuestras fases, más o menos opacos, de mayor o menor ambigüedad, de mayor o menor contradicción, de más o menos búsqueda, de mayor o menor profundidad. Y claro por eso, no sólo es que la persona adecuada diga cosas sino que además estemos en el momento preciso para escuchar. Por eso es tan importante ser receptivo al cambio de los demás, al momento de permeabilidad donde uno está poroso y abierto a ideas, sugerencias, o sencillamente a un abrazo. Todo en realidad es lo mismo, es quizás el momento donde uno al final descubre de un diminuto espacio exterior una fuerza motivacional que le incita a atreverse. Y no sabe muy bien por qué, pero un día lo hacer, y se atreve. Y descubre que ya está, que no costaba tanto, pero ese es nuestro aprendizaje individual, porque en el temor como en el amor no hay clichés que valgan. Son o tu temor o tu amor, de nadie más. Y claro, ese es un espacio altamente confidencial y diverso. Tú diversidad no es la del otro. Sencillamente, cuando te atrevas podrás decir eso de atreve-me.
Pero nadie nunca nos enseñó a tomar decisiones, sobre todo estas, las que importan. Y es que es fácil recomendar atreverse, sobre todo desde la posición del otro. Pero seguro que el que recomienda también pasó algún momento que le incitaron a atreverse y no escuchó. Y es que todos tenemos nuestros tiempos, nuestras fases, más o menos opacos, de mayor o menor ambigüedad, de mayor o menor contradicción, de más o menos búsqueda, de mayor o menor profundidad. Y claro por eso, no sólo es que la persona adecuada diga cosas sino que además estemos en el momento preciso para escuchar. Por eso es tan importante ser receptivo al cambio de los demás, al momento de permeabilidad donde uno está poroso y abierto a ideas, sugerencias, o sencillamente a un abrazo. Todo en realidad es lo mismo, es quizás el momento donde uno al final descubre de un diminuto espacio exterior una fuerza motivacional que le incita a atreverse. Y no sabe muy bien por qué, pero un día lo hacer, y se atreve. Y descubre que ya está, que no costaba tanto, pero ese es nuestro aprendizaje individual, porque en el temor como en el amor no hay clichés que valgan. Son o tu temor o tu amor, de nadie más. Y claro, ese es un espacio altamente confidencial y diverso. Tú diversidad no es la del otro. Sencillamente, cuando te atrevas podrás decir eso de atreve-me.
5 comentarios:
Me atrevo a hacerte un comentario!!:)
El otro día estaba escribí lo siguiente: no te rindas, y lo que es casi más importante...que no te rindan!Que influencia tiene la conciencia colectiva eeeh!<>. Pienso que el condicionamiento social menoscaba la conciencia individual, lo que al final nos hace ser más opacos. Personalmente, conforme gano en conciencia y atiendo a mi individualidad, gano en coraje. Se me ocurren herramientas para atrevernos:
Reducir el comportamiento automatico, q tambien hace lo suyo...
Desarrollar nuestra inteligencia ejecutiva
Coachear para "transparentar" a las personas: a unos hacerlos más permeables, a otros más atentos.
Y lo que muchas veces hace falta para atreverse es un objetivo, guiado por un sentido, y conducido con integridad...sino, no hay a que atreverse.
Y una pregunta, ¿tu que haces con la gente frustrada que conscientemente no se quiere atrever?
Enhorabuena Roberto por el blog, me permito sumarme a la pregunta de Juan Lc, ya que por razones personales y laborales lo veo a diario (por desgracia) y añado otra: qué hacemos para motivar en el día a día, una vez atrevidos por la euforia, queda lo más importante, el día a día!!
In saludo a los dos
Hola a los dos, lo primero gracias por vuestros comentarios. El paso lo tiene que dar cada uno y eso nos hace ser sencillamente testigos de los demás. No podemos ni debemos proyectar nuestras inquietudes, en todo caso hacia nuestro cambio. Eso si, ser facilitadores en cuanto podamos. Pero ese atreverse es tan personal. Creo el grupo ayuda mucho por eso las organizaciones tienen que comenzar a trabajar no sólo desde el individuo sino también desde la colectividad. Y aparte, con el tema del día a día, la coherencia y la constancia son dos valores fundamentales en todo principio de cambio. Así que si me atrevo debe ser un atreverme en el tiempo. Y este atreverme me abre nuevos horizontes. El día a día nos reta constantemente. Por eso el atreverse debe hacerse desde los valores, desde lo profundo de cada uno. Animo y gracias de nuevo.
Hola a los dos, lo primero gracias por vuestros comentarios. El paso lo tiene que dar cada uno y eso nos hace ser sencillamente testigos de los demás. No podemos ni debemos proyectar nuestras inquietudes, en todo caso hacia nuestro cambio. Eso si, ser facilitadores en cuanto podamos. Pero ese atreverse es tan personal. Creo el grupo ayuda mucho por eso las organizaciones tienen que comenzar a trabajar no sólo desde el individuo sino también desde la colectividad. Y aparte, con el tema del día a día, la coherencia y la constancia son dos valores fundamentales en todo principio de cambio. Así que si me atrevo debe ser un atreverme en el tiempo. Y este atreverme me abre nuevos horizontes. El día a día nos reta constantemente. Por eso el atreverse debe hacerse desde los valores, desde lo profundo de cada uno. Animo y gracias de nuevo.
Y cuando el problema es al contrario?
Demasiada decisión... Siempre me atrevo, y muchas veces salto donde no deberia...
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