No creo estimado lector que usted ni yo sepamos cuál de nuestros dos cerebros se activa cuando tomamos una decisión, resolvemos un problema o sencillamente divagamos mirando al cielo. Pero si algo esta claro es que dependiendo de cuál active de los dos, sus resultados en coaching pueden variar. Permítanme un ejemplo. Hace algún tiempo estuve haciendo coaching con un ejecutivo que tendía a la máxima racionalización de todos sus discursos. Era realmente una locomotora racional. De hecho, intentando meterme en sus esquemas, haciendo un planteamiento de lo mas rogeriano posible, tenía que tener cuidado de no caer en esa espiral de palabras que componía su mundo. Sin embargo, me acordé de la importancia de precisamente saturar al racionalista con su propia doctrina, de tal modo que pudiera incluso bloquearle. Sí, un buen bloqueo racional hace que el cerebro izquierdo pase la pelota al derecho. Y ahí es donde me interesa, esa parte más conceptual y abstracta que me permite trabajar mejor el mundo de las metáforas, de los aprendizajes y cambios. El lenguaje se sitúa en la izquierda, ya sabemos lo que el racional hace del uso y abuso del lenguaje, ojo aquellos que adoráis solo el lenguaje verbal os perdéis seguramente la esencia del ser humano: emociones, sentimientos, mapas mentales, conceptos, valores… Es la diferencia entre lo que se denomina la secuencialidad lineal (izquierdo: habla, escritura, numeración, matemáticas y lógica) y la simultaneidad visual (derecho: integrador, visoespacial no verbal, sensaciones, sentimientos, prosodia y habilidades especiales artísticas y musicales y actividades del inconsciente). Pues bien, hablando al coachee a su cerebro derecho provocamos precisamente un mayor trabajo con ese inconsciente que tanto condiciona nuestros comportamientos. Pero no pierda nunca de vista la importancia de la intercorrelación entre ambos cerebros. Si trabaja en temas fiscales, la creatividad será muy importante (hemisferio derecho) pero seguramente la precisión y el detalle de sus cálculos serán esenciales (hemisferio izquierdo). Asi que, sencillamente analice cuál necesita más en estos momentos de su desarrollo profesional. Yo creo que el derecho lo tengo realmente desarrollado, así que voy a ver como cultivar algo más el izquierdo. ¿Y usted?
Imagen de http://www.flickr.com/photos/macbrat/269986079/
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5 comentarios:
Hola Rober¡¡¡
Pues yo quiero que los dos vayan de la mano. No me apetece que cada uno decida por su cuenta. Creo que las decisiones que peor he tomado son aquellas en las que cada uno de los hemisferios se ha independizado del otro....
Yo los quiero colaborando, y con una extensa comunicación fluida entre ellos...y que aunque alguno tome la iniciativa, haya un consenso...
Un saludo
Hola carmen, gracias por estar ahi... Yo creo en el equilibrio pero el equilibrio dinamico, no negociando siempre sino respetandose... pero si me dejo llevar muchas veces es mas por el derecho, creo ve mejor todo, el izquierdo despues es fundamental para implementar... cada uno en su funcion... bueno como siempre un placer charlar contigo...
Gracias. El placer es mio. Con los dos hemisferios¡¡¡¡
Leía hace poco a Punset y, la primera reacción sería 'NINGUNO', el cerebro es el peor ordenador. Ahora bien, si no es el cerebro, ¿qué?. Creo que estamos ante la vieja discusión de Ortega y Gasset sobre el corazón y cabeza: ¿hemisferio izquierdo, o derecho?.
Yo, particularmente, racionalidad con una chispa de emoción.
Si te digo la verdad en mis sesiones de coaching ejecutivo siempre acabo hablando del izquierdo como la maquina tonta y la emocion para las cosas importantes... yo creo que mi guia es la emocion y la que construye despues todo la razon... Claro yo por emocion meto todal la inteligencia emocional ... la que cuenta en la empresa vamos...
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