En los últimos años oímos mucho hablar de coaching en nuestra sociedad, sin embargo, hoy quiero hacer una reflexión sobre el papel del coaching en la empresa, y por lo tanto hablaremos del coaching ejecutivo y de organizaciones. Vengo de Alicante de un seminario con alumnos del master de Recursos Humanos de la Universidad de Alicante donde los alumnos reciben formación en coaching ejecutivo bajo las coordenadas de la asociación AECOP (Asociación Española de Coaching Ejecutivo, www.aecop.net; www.aecoplevante.es). Hemos estado debatiendo precisamente eso de lo que normalmente no se habla en muchos otros cursos de coaching: de la empresa (fundamentalmente porque se hace más coaching de vida que coaching ejecutivo). Tenemos que delimitar que si hacemos coaching ejecutivo o de organizaciones, es importante comprender que es una técnica más de desarrollo directivo. Por lo tanto, se entremezclan conceptos de mentoring, formación, entrenamiento, outdoor training, estrategia y muchos otros cuando de repente aparece también la palabra coaching. Tenemos muchas alternativas en la empresa para el desarrollo, sencillamente hay que utilizar la más adecuada para cada momento y para cada persona. No creo en la aplicación del coaching ejecutivo en todo momento ni tampoco creo que todas las organizaciones estén preparadas para sacarle el máximo rendimiento. Pero sí que creo que merece una reflexión importante entender que si aplicamos coaching ejecutivo en nuestras empresa estamos lanzando un mensaje de desarrollo organizativo. Y este mensaje debe ser congruente con la cultura y estrategia de la empresa. ¿Podemos aplicar coaching en las organizaciones con principios tayloristas? No parece inicialmente congruente, aunque comprenderemos que muchas veces, algunos departamentos o áreas funcionan de modo tan independiente de la organización que si que se puede aplicar. Pero nuestros principios estratégicos nos sugieren que inicialmente no es lo más recomendable. Fundamentalmente por lo que mi amiga Marta Williams denomina los “incochables” (en referencia a los intocables o que no se deben “cochear”), pues muchas veces en este tipo de empresas se busca el coaching para resolver conflictos con directivos o mandos problemáticos, independientemente de la cultura y estrategia de la organización. Y claro el mensaje es, “ojo que si me hacen coaching es porque soy problemático”, entonces, “ojo con el coaching”. Por eso, hablar de coaching ejecutivo es entender cómo funciona la empresa en su globalidad, comprender los principios del poder en las organizaciones, la problemática de la empresa familiar y de la pyme, tener experiencia en el desarrollo directivo… No podemos simplemente obviar lo que precisamente da sentido al coaching en la organización, y es su articulación y ajuste en los principios y estrategias de la gestión del talento.
PD. Mi agradecimiento a los alumnos del master de recursos humanos de la universidad de alicante tanto de ayer viernes como hoy sábado por su pasión y entrega en los recursos humanos y por permitirme debatir con el nivel y profundidad con que lo hemos hecho. Vuestra experiencia en el día a día de los recursos humanos siempre es un aprendizaje continuo para mí.
Gracias Roberto por acordarte de tus alumnos de la U.A..
ResponderEliminarYa sabes que somos tus admiradoes numero uno.
Te animo a seguir siendo como eres y a que divulgues todo tu poder sobre los demas.
Eres un crak, chaval.
Un saludo
Gracias juan carlos por tus palabras, la verdad es que sois un grupo extraordinario, ¿como no va a sacar uno lo mejor de si?
ResponderEliminarSeguimos en contacto
rober