Decimos que somos sensibles y tiernos, influenciables y
taciturnos. Decimos que sufrimos y que nos cuestan las cosas, pero si algo me
encuentro cada día en muchas personas es su esfuerzo y constancia. ¡Somos más
duros que la roca! Después de tantos vaivenes de la crisis, las hipotecas, los
engaños bancarios, la corrupción a gran escala y el desempleo aún ves personas
con ilusión y pasión, personas con optimismo y con ganas de luchar. Y te
preguntas ¿de dónde sacan la fuerza? o mal intencionadamente ¿qué se toman para
estar así?
Sin lugar a dudas hay una palabra que lo explica perfectamente, más que palabra es un "palabro", es decir un término técnico de amplio uso profesional en la actualidad. Me refiero a RESILIENCIA.
Sin lugar a dudas hay una palabra que lo explica perfectamente, más que palabra es un "palabro", es decir un término técnico de amplio uso profesional en la actualidad. Me refiero a RESILIENCIA.
Quizás si nos vamos al origen se entienda todo mejor.
Imagine en 1955 una isla perdida de Hawai con nombre Kauai donde hay niños
expuestos a situaciones de pobreza extrema, delincuencia, drogadicción,
alcoholismo, prostitución... y la lista podría seguir. Si consideramos el
entorno como responsable de muchos de nuestros males lo más sencillo sería
predecir que estos niños al ser expuestos a entornos tan negativos acabarían
con pautas o comportamientos antisociales o negativos. Sin embargo, lo que la
psicóloga estadounidense E. Werner encontró en un estudio de más de 30 años de
duración es que un tercio de los niños que habían pasado por esta
sobreexposición negativa ambiental habían crecido con normalidad. Esto le llamó
mucho la atención de modo que permitió acuñar el término resiliencia, como la capacidad
de afrontar situaciones de adversidad con lucha y afán para salir de ellas.
Recuerdan eso de "más duros que la roca". En este sentido, no era una
predisposición genética ni un efecto ambiental. Sencillamente, tenemos la
capacidad de interactuar ambas y conseguir afrontar situaciones de gran
adversidad y crisis superándolas y afianzando la "normalidad". Tal y
como afirma Rutter (1993) son personas que a pesar de nacer y vivir en
situaciones de riesgo, se desarrollan psicológicamente sanas y exitosas. Pero el mismo pedagogo Pestalozzi en el siglo
XVIII ya hablaba de niños abandonados o huérfanos que tenían un gran impulso
por vivir y salir adelante, niños con "una fuerza interior cuyo alcance
sobrepasaba con mucho mis expectativas...".
Y claro me lo imagino, se preguntará ¿cómo puedo llegar a
ser resiliente? o ¿cómo ser más duro que la roca con la que está cayendo? Pues
bueno, los sujetos resilientes tienen empatía, un gran autoconcepto y
confianza, autoconocimiento, proyecto de vida, autoestima, sentido del humor,
aceptación, iniciativa, integridad, autonomía, trabajo duro, afecto y
creatividad. No quiere decir que tenga que tener todo pero alguna dosis le
vendría bien desde luego para aguantar chubascos y tormentas del entorno. De
todas formas espero quede claro que la resiliencia está dotada de creencias y
actitudes, no es que nazca nadie así, sencillamente su experiencia vital le
hace afrontar situaciones donde usted confía, cree, sonríe y le hace tener una
actitud de vida resiliente. Así que, por decirlo claramente, la resiliencia se
construye de la experiencia. Por lo tanto, puede comenzar hoy mismo. ¡Hoy más
que nunca! Pero recuerde la resiliencia está compuesta por dos términos:
resistencia y construcción optimista. Así que no es sólo cuestión de aguantar.
Hay que seguir y construir activamente.
Acaso no se acuerda de "El patito feo" , "La
Cenicienta", "Blanca Nieves y los siete enanitos" o "Los
cuentos de las mil y una noches"..., esos lindos cuentos que contamos a
nuestros infantes y que hablan claramente de personajes resilientes. Y si
quiere actualidad no tiene más que pensar también en Harry Potter. En el fondo
el resiliente es como el ave Fenix que resurge de las cenizas con más fuerza
que nunca y llena de esperanza.
Gracias Roberto por seguir tocando temas de actualidad y muy pertinentes.Puedes proponer más bibliografía complementaria,por favor?.Un saludo.Javier
ResponderEliminarGracias Roberto por tus ejemplos. La capacidad de reponerse ante la adversidad, marca la diferencia entre Equipos, Empresas y Personas. Todos creemos tener unos límites, pero luego llega la vida real y nos demuestra que podemos llegar más lejos. Lo malo es darse cuenta cuando la aventura o el proyecto terminó. Lo bueno es aprender, para no limitarse la próxima vez. Un abrazo.RLG
ResponderEliminarGracias Javier y Rafael... en efecto es un tema actual pero quizás la diferencia es no tomar la resiilencia como un mero "aguantar" sino también como la capacidad de crear en entornos adversos...
ResponderEliminarSaludos
Rober
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo Roberto. Además, me parece un texto muy didáctico para todos. Por experiencias propias, puedo confirmarte que es así, la resiliencia es tal como la presentas, es decir, no tan sólo esa capacidad humana de ENCAJAR, sino también es la capacidad de RESITIR, de AFRONTAR y, por supuesto, SUPERAR las adversidades.
ResponderEliminarSaludos,
José Miguel
Gracias Jose Miguel en realidad todos tenemos experiencias de resiliencia y capacidad para superar y crecer en la adversidad, así como todos tenemos talento y competencias. Quizás si creyéramos más en nosotros mismos lograríamos cambiar más cosas... :))
ResponderEliminarGracias por tu comentario
saludos
roberto