sábado, 11 de septiembre de 2010

El liderazgo en la pyme. El caso de Luciano.

El otro día recibí un correo de Luciano, un lector de mi libro “El líder no nace, se hace… Viaje hacia el Talento”. Este lector es un empresario con experiencia que entre otras cosas me recomendaba que pusiera este título al libro “Del jefe al líder”. Según este empresario “este libro ayudará a los directivos a darse cuenta y recapacitar del nuevo camino en la gestión que, quizá obligados por los latigazos que se están dando en el mundo empresarial, las empresas deben dar”. En su reflexión comentaba que precisamente la PYME muchas veces está condicionada por el propio empresario “aunque disponemos de varias empresas en varios países, siempre, por azares o por no haber reflexionado antes sobre éstos y dejarme llevar por un Directivo que hace todo y tiene que estar presente en todo, todas son pequeñas de momento, por su reciente apertura o porque los desastres económicos acaecidos en España en estos últimos años nos han condicionado”.

Si en algo está llegando este mensaje de la necesidad de un nuevo liderazgo, es de su real aplicación en el mundo de la PYME. La Comunidad Valenciana es fundamentalmente PYME y por lo tanto debe estar abierta a nuevas ideas en gestión que mejoren la productividad de sus empresas. En la Comunidad Valenciana hay muchos empresarios como Luciano, que con toda su alma están dedicando sus vidas a mantener las empresas. A pesar que el recurso humano es reconocido como un “gasto” considerable en la empresa, la importancia que actualmente le damos es precisamente para darle el máximo valor a este “gasto”. Si tenemos empleados que potencialmente pueden dar entre un 20 y 40% más en las empresas, es fundamental conocer cómo poder hacerlo. La ley del látigo genera pérdidas en las empresas, esto está más que demostrado en todos nuestros estudios científicos. Sin embargo, es lo más fácil de aplicar. La verdadera complejidad y reto en la empresa es sacar lo mejor del personal, sacar su potencialidad, y desarrollarlo para implicarlo en el proyecto empresarial obteniendo lo mejor de él. Pero para poder sacar el máximo potencial de nuestros empleados necesitamos líderes y no jefes como dice Luciano. En un comentario personal por teléfono me comentaba Luciano: “ojalá hubiera leído libros como este en mi época… ahora veo muchas respuestas”. La revolución de la gestión del talento surgió ya por finales de los años ochenta y aún sigue en pañales. La PYME requiere un nuevo enfoque en su gestión, y nada mejor que con testimonios de empresarios que están dando el salto poco a poco a nuevas formas de hacer, nuevos retos personales en la dirección. Usted mismo podría ser Luciano, usted mismo podría pensar que le gustaría mejorar su empresa, su productividad y el clima laboral. Y esto hoy en día es posible. Pero recuerde, no es una cuestión de diferentes términos para los mismos procesos de siempre. Significa un cambio de gafas, una nueva mirada, la mirada del talento. Primero la suya como empresario, y después la de su cuerpo directivo, coordinadores o responsables de área. Gracias Luciano por tu carta y tu sinceridad. Cuando veo a un empresario que ha dado su vida a montar negocios y empresas y que con tanta experiencia es capaz de mostrar tal humildad en el camino, no puedo más que reconocerle todo su valor y gratitud. Yo soy el primero que aprende con la carta de Luciano. No dudéis que seguiré hablando con Luciano para que me diga cómo están evolucionando sus empresas. Espero os interese igual que a mí. Al fin y al cabo, en la PYME necesitamos experiencias ajenas para atrevernos, ver que estos nuevos discursos no son humo, sino realidades que podemos aplicar hoy mismo.


PD: Dedicado a Luciano, por su infatigable lucha.

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