Hablando con un colega en mi bella Denia, me encontré con un amigo de una empresa multinacional que me comentó preocupación en la empresa. Me dijo: “Rober, estoy preocupado porque mi jefe me dijo el otro día que no era un líder, y que o cambiaba eso o me cambiaba a mí”. Dice que su jefe acabó diciendo: “mi empresa necesita líderes para afrontar el futuro incierto”. Y sin decir más se largó. Consciente de esta conversación había pensado en llamarme pero fruto del destino, nos vimos ese día y tuvimos una conversación muy larga de la que intento resumir los contenidos.