La Paradoja de Easterlin nos dice que un aumento de nuestros
ingresos NO reporta un aumento de felicidad, claro está en países donde las necesidades
básicas están cubiertas. Pero ¿se puede decir hoy en día con la gran
desigualdad que tenemos que esta paradoja sigue siendo veraz? La desigualdad ha
provocado que las necesidades básicas no estén cubiertas en muchos individuos.
Y la polarización social es uno de los viejos fantasmas que de nuevo está apareciendo
en nuestras economías.